¿Por qué Huertos Compartidos?

Cultivar con los vecinos... ¡es muy divertido!

Muy útiles en las zonas urbanas, los huertos compartidos son centros de intercambio y convivencia que aparecen por todas partes en nuestro territorio. ¿De dónde viene este concepto?, ¿cómo comenzar uno cerca de casa?

"Los huertos compartidos son una innovación en nuestras grandes ciudades. En estos espacios de tamaño humano, paréntesis verdes en un paisaje cada vez más aséptico, se siembra, se planta, se riega, pero sobre todo, se cultiva el intercambio y la solidaridad. Todas las generaciones se encuentran, quienes aún recuerdan sus raíces rurales y los que las han perdido. El huerto se convierte en un laboratorio de utopías pequeñas, donde la experimentación medioambiental va de la mano con el respeto y la creatividad”. Adaptación del libro: Jardins partagés


# Para una mayor autosuficiencia alimentaria
En el mundo actual y más aún en nuestra sociedad occidental, cada uno de nosotros depende en gran medida, para alimentarse, de la industria alimentaria y del comercio mundial. Cultivar sus alimentos, al menos en parte, significa ser independiente de un sistema basado en la injusticia y la rápida degradación de los recursos naturales. También es mantener el control sobre la producción y asegurar la calidad de lo que comemos, algo muy difícil en estos días ... Y luego, a condición de poner un poco de energía (humana) puede resultar en un ahorro sustancial en un presupuesto muy apretado.


# Para crear y mantener relaciones sociales
Sabemos que los espacios verdes de la ciudad son lugares ideales para la socialización. ¿Quién no quiere escapar del ambiente gris e ir a buscar un poco de paz y de oxígeno? Compartir un pedazo de tierra y trabajar con otros, como con los vecinos, puede crear una nueva dinámica en un barrio. Y acercar los ciudadanos unos a otros...


# Para desarrollar y transmitir conocimiento
Hace unas pocas décadas, casi todo el mundo tenía contacto con la tierra y un conocimiento práctico de los trabajos en la misma. Hoy en día, para la mayoría de la gente, este conocimiento se ha perdido. Sin supermercado, el ciudadano moderno ya no tiene ni idea de cómo abastecerse de alimentos. Incluso los jardineros principiantes suelen elegir para sus jardines y balcones variedades ornamentales exóticas y comerciales. ¿Es inevitable? No, porque cada vez más ciudadanos, preocupados por la calidad de su dieta y la salud del planeta, toman la iniciativa de formarse en métodos de agricultura ecológica y de transmitirlos a los demás. Y por eso, no hay mejor educación que poner las manos en la tierra. ¡Una gran ventaja frente a un futuro incierto del medio ambiente!

# Y por supuesto, por el placer

Aquellos que lo practican ya saben que cultivar es una fuente inagotable de placer. Además de la maravilla de la observación de los ciclos de la naturaleza, también existe este sentimiento de paz y el bienestar generado por el trabajo manual al aire libre. Por no hablar de la alegría y el orgullo de comer sus propias frutas y verduras cuando están maduras ...